Bizcochos y pasteles, Cremas, rellenos y coberturas

Red velvet cake

Exquisita receta para preparar una tarta red velvet con un sabor delicioso. ¡Absolutamente irresistible!

Por fin este año hemos podido «celebrar» Sant Jordi, un día especialmente bonito en Barcelona que invita a salir a pasear por el ambiente festivo que se respira ese día. Pongo «celebrar» entre comillas porque, aunque es más de lo que pudimos hacer el año pasado cuando estábamos encerrados en casa, no ha sido el típico Sant Jordi que estamos acostumbrados a vivir, pero algo es algo 🙂

Red velvet cake
Red velvet cake

La cosa es que es tradición que mi maridito me regala a mí una rosa y un libro, y yo a él un libro y un pastel. Normalmente el pastel era algo especial, pero claro desde que tengo el blog hago dos postres por semana y en casa ya es algo totalmente normal que yo prepare algo de repostería, con lo que tenía que hacer algo especial y se me ocurrió hacer un red velvet, que me pareció adecuado para esta ocasión romanticona.

La verdad es que no había preparado nunca un red velvet porque la verdad sea dicha todo lo que lleva buttercream no es santo de mi devoción: sí, es muy vistoso, pero para mi gusto es ultra dulce. ¿Sabéis cuánto azúcar lleva este red velvet en la receta original? ¡¡¡750 gr!!! Me parece una pasada, y yo la verdad he puesto bastante menos azúcar de lo que decía, pero es que cualquier receta con glaseados o buttercreams llevan una cantidad ingente de azúcar y no me parecen adecuadas para el día a día, así que los reservo para ocasiones especiales.

Quería daros también algún que otro consejo para preparar los bizcochos y que os queden bien. Cuando tengáis la masa lista hay que dividirla a partes iguales entre los moldes, para ello podéis o pesar la masa y dividirla, o ir echando cucharadas (yo uso una cuchara de helado) a partes iguales entre los moldes. En la receta original se hacen 3 layer cakes, pero yo hice 2 y han quedado perfectamente. Los míos son de 18 cm, si queréis hacerlos más grandes tenéis que adaptar las cantidades de masa y los tiempos de horneado.

Otro consejo, ahora para el buttercream, en la receta original se utiliza queso tipo Philadelphia, pero yo lo he cambiado por mascarpone que me gusta más, así que la parte de receta de la crema de queso es invención mía y ha quedado deliciosa.

Y, por último ya, importante para que os quede de un bonito color rojo tenéis que usar un buen colorante. Yo usé todo un tubo de los que venden en Mercadona y ha quedado muy feo la verdad (más que nada es que ha quedado de color marrón…). Os recomiendo que uséis uno bueno, como Americolor, Wilton, Sugarflair,…

Hechas ya las presentaciones, os dejo la receta de Bea Roque con mis adaptaciones y consejitos (el link a la receta original lo tenéis aquí), ¡a disfrutarla!

Ingredientes:

  • PARA EL BIZCOCHO:
  • 125 gr mantequilla ecológica a temperatura ambiente
  • 275 gr azúcar (yo puse 240 gr)
  • 2 huevos ecológicos grandes
  • 280 gr harina
  • 15 gr cacao en polvo
  • 1 cdta levadura
  • 1 cdta bicarbonato sódico
  • 1/4 cdta sal
  • 240 gr buttermilk (si no tenéis, podéis substituirlo por 230 ml nata para montar + 10 ml zumo de limón que tendréis que mezclar con unos 30 minutos de antelación, o 240 gr de yogur – yo usé yogur)
  • 2 cdtas colorante rojo (Americolor, Wilton, Sugarflair)
  • 1 cdta vinagre blanco
  • 1 cdta extracto de vainilla
  • PARA EL IRENE’S CREAM CHEESE FROSTING
  • 125 gr mantequilla ecológica a temperatura ambiente
  • 270 gr mascarpone de la nevera
  • 400 gr azúcar glass tamizado

Pasos:

Precalentar el horno a 180º

Untar con margarina dos moldes de 18 cm

En un bol, tamizar la harina + cacao + levadura + bicarbonato + sal, y reservar.

En otro bol, mezclar el buttermilk (o la nata + limón, o el yogur) + colorante + extracto de vainilla + vinagre, y reservar.

Con la ayuda de unas varillas eléctricas o la KitchenAid (velocidad media-alta), mezclar la mantequilla + azúcar, hasta que quede una mezcla cremosa y haya cogido un color blanco.

Incorporar los huevos, uno a uno, no añadir el siguiente hasta que anterior se haya incorporado bien.

Bajar la velocidad de la KitchenAid (media-baja), y añadir los ingredientes secos en tres veces y los líquidos en dos: seco – líquido – seco – líquido – seco.

Dividir la masa en los dos moldes a partes totalmente iguales y anivelarlos con la ayuda de una espátula.

Hornear durante unos 25-30 minutos, hasta que al pincharlos con un palillo salga limpio. Según cómo sea vuestro horno, mejor hornear los pasteles por separado: primero uno y luego el otro, yo una vez puse los dos juntos y no subió ninguno de los dos, pero ahí ya depende de cada horno…

Al sacarlos del horno, dejarlos unos 5 minutos en la bandeja caliente antes de pasarlos a la rendija para que terminen de enfriarse. En la receta original se recomienda que cuando estén totalmente fríos se envuelvan individualmente en papel film y se dejen reposar en la nevera durante la noche, para que asienten, pero yo este paso no lo hice ya que en base a mi experiencia si se dejan los bizcochos en la nevera terminan poniendose duros muy rápidamente.

Para el cream cheese frosting, tamizar el azúcar glas, añadir la mantequilla y batirlo con las varillas eléctricas o la KitchenAid (velocidad media-alta), hasta que quede bien cremoso. Añadir el mascarpone y batir un poco más hasta que esté bien incorporado. Dejarlo reposar un par de horas en la nevera, y cuando vayamos a utilizarlo sacarlo unos 15 minutos antes.

Poner el frosting en una manga pastelera o bien servirlo con una espátula para dar un toque más «rústico» y añadir la crema entre bizcocho y bizcocho, y por encima del que quede arriba.

Salen 8-10 porciones

¡A disfrutar!

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