Deliciosa receta de pastel de zanahoria con almendra y pasas, ¡y sin gluten!
No me preguntéis de dónde viene el adjetivo de «veneciano», pero es el título con el que lo bautizó Nigella en su blog (aquí el link), aparentemente porque es una antigua receta que preparaban los judíos en Venecia. Hoy os traigo el segundo pastel que preparé para el cumpleaños de mi maridito, en este caso para llevarlo al hospital donde trabaja donde hay compañeros que son celíacos, así que tenía que buscar alguna receta sin gluten.
Como ni en casa, ni en la familia, ni en el círculo de amigos tenemos gente celíaca, no estoy nada acostumbrada a este tipo de recetas, así que no fue fácil elegir. El resultado de ésta es francamente delicioso, se substituye la harina por almendra molida, y queda una especie de mazapán de zanahoria riquísimo.
Os animo a que lo preparéis en casa, es sencillo, económico y, sobre todo, delicioso. Aquí tenéis la receta:
Ingredientes:
- 3 cdas piñones tostados (opcional)
- 2 zanahorias medianas (200-250 gr)
- 75 gr pasas
- 60 ml ron (opcional)
- 150 gr azúcar (yo usé 120 gr, siempre pienso que Nigella pone demasiado)
- 125 ml aceite de oliva suave o aceite de girasol
- 1 cdta extracto de vainilla
- 3 huevos ecológicos
- 250 gr almendra molida
- 1/2 cdta nuez moscada
- Zumo y ralladura de 1/2 limón
Pasos:
Precalentar el horno a 180º
En caso de usar los piñones, tostarlos en una sartén con una gota de aceite.
Rallar las zanahorias con un rallador y reservar.
Hidratar las pasas en agua caliente o, si utilizáis el ron, ponerlas en una sartén pequeña con éste, llevar a ebullición y dejar las pasas sumergidas. Reservar.
Con la ayuda de las varillas eléctricas o la KitchenAid (velocidad media-alta), batir el azúcar + aceite, hasta que quede una masa relativamente cremosa. Añadir el extracto de vainilla y los huevos, seguir batiendo hasta que se incorporen bien, y a continuación añadir cucharada a cucharada la almendra molida + nuez moscada, luego poco a poco la zanahoria rallada y por último las pasas con el ron que haya sobrado y el zumo de limón con su ralladura.
Untar con margarina un molde de 23 cm, verter la masa y aplanar la superfície con la ayuda de una espátula, veréis que queda bastante planito. Espolvorear con los piñones tostados si los usáis, y hornear durante 30-40 minutos, hasta que la superfície adquiera un color dorado y al pincharlo con un palillo salga limpio.
Como siempre, dejarlo unos minutos sobre la bandeja caliente, y luego pasarlo a una rendija para que termine de enfriarse.
Salen 12 porciones
¡A disfrutar!