Receta de Nigella Lawson para preparar unas refrescantes mini-tartaletas de lima, ¡seguro que os encantan!
Con el calor que hace estos días la verdad no se me ocurre postre mejor para preparar: una tartaleta fría de lima, bien fresquita recién sacada de la nevera, y acompañada de una limonada casera. ¿Se os ocurre algo mejor para estas tardes pegajosas de verano?
Esta receta forma parte del reto Irene-Nigella, y de hecho seguramente recordaréis que el año pasado también en verano compartí com vosotros la tarta de lima, también de Nigella Lawson y su libro How to be a domestic goddess. Si os gustó esa tarta, os aseguro que os encantarán estas tartaletas también ya que son súper parecidas: una base crujiente a base de galletas digestive con mantequilla con una cobertura a base de leche condensada y merengue con zumo de lima. ¡¡¡Son un vicio!!!
Para preparar el relleno podéis echarle un par de gotitas de colorante verde, para darle el toque más «de lima» (de lo contrario queda blanco), pero yo preferí echarle un poco de ralladura de lima encima que quedaba bien buena.
Por otra parte, respecto el molde a utilizar, os recomiendo uno de silicona ya que de lo contrario lo pasaréis mal para desmoldarlo (tendréis que hacerlo con una espátula y sumo cariño). En cambio, si lo hacéis con un molde de silicona como yo hice desmoldarlo será una tarea fácil, simplemente tendréis que dejar enfriar las tartaletas dentro del molde en la nevera 12-24 horas y salen solas.
Y por último, en lugar de leche condensada yo usé La Lechera Veggie, una nueva opción vegana que han sacado al mercado a base de arroz y avena, y la verdad queda súper bien (¡de hecho mi maridito ni se ha enterado de que he usado leche condensada vegana!).
¿Os animáis a prepararlas?
Ingredientes:
- PARA LA BASE DE GALLETA:
- 250 gr galletas tipo digestive
- 100 gr mantequilla ecológica
- PARA EL RELLENO:
- 2 huevos ecológicos grandes, separadas las claras de las yemas
- 200 gr leche condensada (yo usé La Lechera Veggie)
- Zumo y ralladura de 2 limas
- Pizca de sal
Pasos:
Empezamos preparando la base de galleta que es súper fácil, solo hay que triturar la galleta con la mantequilla, y aquí cada uno tiene su técnica. Yo por ejemplo lo hago con la minipimer porque desgraciadamente no tengo una picadora o cosas parecidas, pero mi maridito tiene el truco de poner las galletas en un trapo y aplastarlas con un rodillo. El caso es que, sea como sea que lo hagáis, tenéis que triturarlas bien, sin que queden “migas gordas”.
Cuando ya esté toda la galleta bien triturada, ponerla en el molde de las tartaletas aplastando la masa bien con las manos, y la dejamos reposar en la nevera mientras preparamos el relleno.
Precalentar el horno a 170º
Con la ayuda de la KitchenAid o de unas varillas eléctricas, batir bien las yemas hasta que queden gruesas, y a continuación añadir la leche condensada + zumo de lima, y batirlo bien.
Por otra parte, batir las claras a punto de nieve hasta que queden picos junto con la pizca de sal, el TRUCO DE MAMI aquí es batir hasta que des la vuelta al bol y no se caigan. Parece imposible… pero es así como quedan bien 🙂
Luego añadir las claras batidas a la otra mezcla con la ayuda de una espátula, ya que no queremos que se nos bajen. Batir ligeramente a mano hasta que esté todo bien incorporado, pero repito, ojo no se os baje la masa.
Con la ayuda de una cuchara o cucharita (según el tamaño de las tartaletas), verter la masa sobre la base de galleta y hornear durante 10 minutos hasta que el relleno quede bien firme. Tened en cuenta que probablemente cuando saquéis la tarta del horno se os baje el relleno si os había subido mucho, ¡es normal!
Dejar enfriar en una rendija y cuando ya esté frío dejarlo en la nevera 12-24 horas y luego desmoldarlo con cuidado, si usáis un molde rígido usad un cuchillo o una espátula. Espolvorear con ralladura de lima y servir fresquito.
Salen 6-8 porciones.
¡A disfrutar!