Receta para preparar un delicioso bizcocho de té matcha, esponjoso y muy fácil
El té matcha es un típico té de origen japonés con un color verde precioso, que suele utilizarse también en repostería ya que da un sabor muy único y especial a los postres. Antes solía ser difícil encontrar este ingrediente, pero ahora se ha vuelto muy popular y es muy común verlo no solamente en supermercados, sino también en muchas cafeterías que ofrecen esta bebida.

No sé por qué, se me antojó preparar algo de repostería utilizando este ingrediente, y buscando por internet recetas encontré una de Directo al Paladar que tenía muy buena pinta (aunque le hice algún que otro ligero cambio, aquí el link a la original), y me puse manos a la obra.
El resultado es francamente delicioso, queda un bizcocho muy pero que muy esponjoso (como una textura que recuerda algo al merengue), muy ligero (me comí 1/4 de pastel yo sola para desayunar y no se hacía pesado) y con un sabor a matcha muy especial y sabroso.
Así que os recomiendo que lo preparéis, tanto si os gusta el matcha como si no, es un bizcocho que vale la pena probar.
Ingredientes:
- 4 huevos ecológicos
- 40 ml aceite de girasol
- 80 gr yogur natural ecológico
- 80 gr harina con levadura incorporada
- 80 gr azúcar
- 10 gr té matcha
- Piza de sal
Pasos:
Precalentar el horno a 180º
Separar las claras de las yemas, y dejar las claras en un bol (preferiblemente metálico, como el de la KitchenAid) en la nevera. Con unas varillas eléctricas o la KitchenAid (velocidad media-alta), batir las yemas con 25 gr de azúcar hasta que empiecen a espesar y coger un color pálido. Bajar la velocidad a media, e incorporar el yogur + aceite.
Tamizar la harina + té matcha + sal, e ir añadiéndolo cucharada a cucharada a la mezcla húmeda hasta que la mezcla vaya espesando. Reservar.

Sacar las claras frías de la nevera, y con las varillas eléctricas o la KitchenAid (accesorio para montar claras, velocidad la más alta), montar las claras con una pizca de sal, cuando empiecen a espumar añadir la mitad del azúcar que quedaba, cuando coja cuerpo y un color blanco brillante, añadir el resto del azúcar y seguir batiéndolas hasta que aparezcan picos blancos y quede un merengue espeso precioso.

Ahora dejamos de utilizar las varillas o la KitchenAid, y con la ayuda de una espátula incorporamos el merengue en 3 ó 4 tanda, con movimientos envolventes, hasta que estén las dos mezclas bien incorporadas.

Untar un molde de 23 cm con margarina, verter la masa y hornear durante 30-35 minutos, hasta que al pinchar el centro con un palillo salga limpio. Dejarlo unos minutos sobre la bandeja caliente antes de pasarlo a la rendija para que termine de enfriarse.

Se puede espolvorear con azúcar glas para decorar.
Salen 6 porciones.
¡A disfrutar!