Receta de Nigella Lawson para preparar un delicado gateau breton, un pastel francés a base de mantequilla
Mis queridos lectores y lectoras, ¡hoy os traigo una super tarta! Es una delicia este pastel, es muy fino, con un sabor intenso a mantequilla y dulce por la cantidad de yemas que tiene. Es difícil decidir si es un pastel o una tarta, ya que es una mezcla de los dos como pasaba con la crostata, pero os recomiendo que lo probéis.
Además me gustó especialmente porque después de hornearlo dejó la casa con un delicioso olor a mantequilla que me encanta. Creo que lo he dicho otras veces, pero el olor de un pastel recién hecho es de mis olores favoritos sobre todo porque me recuerda a mi infancia y a los bizcochos que preparaba mi madre en casa.
Respecto la preparación, veréis que es muy sencillo de hacer, especialmente si tenéis una KitchenAid ya que con el accesorio del gancho para amasar en apenas unos minutos tendréis la masa lista para hornear. Luego, los ingredientes son muy simples: harina, azúcar, mantequilla y yemas, nada más y nada menos. Seguro que estaréis pensando qué hago luego con 6 claras de huevo… o al menos eso es lo que pienso yo cuando veo recetas así. No os preocupéis, hay infinidad de cosas que podéis hacer con ellas antes de hacer una «tortilla aburrida»: merengues, pavlovas, angel food cakes,… fácilmente les daréis utilidad si tenéis un poco de imaginación.
Si seguís mi reto Irene-Nigella veréis que se están empezando a acabar las recetas del capítulo de «cakes», de hecho es el que llevo más avanzado. Pero no os preocupéis, que no faltarán pasteles en este blog 🙂 De momento aquí tenéis otra receta de Nigella para seguir avanzando en mi reto, ¡con esta ya queda una menos para completarlo!
Ingredientes:
- PARA EL PASTEL:
- 225 gr harina
- 250 gr azúcar
- 250 gr mantequilla ecológica cortada a cubos pequeños (1 cm)
- 6 yemas de huevos ecológicos grandes
- PARA EL GLASEADO:
- 1 cdta de yema de las 6 del pastel
- 1 cda agua
Pasos:
Precalentar el horno a 190º
Primero preparar el glaseado, para ello mezclar la cucharadita de yema con la cucharada de agua en un pequeño bol y reservar.
Tamizar la harina sobre el propio bol de la KitchenAid, añadir el azúcar + mantequilla + yemas. Con la ayuda del accesorio de gancho mezclarlo a velocidad lenta-media hasta que quede una masa suave y relativamente pegajosa. No os preocupéis que también se puede hacer a mano (así os ponéis cachas), para ello hacer un volcán con la harina y añadir el azúcar + mantequilla + yemas, y amasar a mano (tardaréis algo más que con la KitchenAid, el doble casi).
Con la ayuda de una espátula verter la masa en un molde de bizcochos desmoldable previamente untado con margarina de 25 cm y aplanarlo bien. Hornear 15 minutos, bajar el horno a 180º y hornear otros 25 minutos hasta que quede dorado y firme al tacto.
Al sacarlo del horno, dejarlo un par de minutos sobre la bandeja caliente y luego pasarlo a la rendija, donde tendrá que enfriarse del todo antes de desmoldarlo.
Salen 8-10 porciones
¡A disfrutar!