Guarniciones y acompañamientos

Patatas panaderas

La clásica receta de patatas panaderas al horno, el acompañamiento perfecto

Como os he dicho en otras ocasiones, me encantan las patatas, tanto como plato principal como guarnición. Seguramente habréis oído mil veces patatas panadera, patatas a lo pobre, patatas a la importancia,… ¿pero qué diferencia hay entre ellas os estaréis preguntando?

La base suele ser siempre patata y cebolla, pero cambia la forma de cocinarlas y algún otro ingrediente que tienen unas y otras. Tiempo al tiempo, de momento hoy os desvelaré cómo preparo yo unas deliciosas patatas panaderas al horno, ¡que seguro os encantarán!

Patatas panaderas
Patatas panaderas

La principal característica de estas patatas es que primero se pochan la cebolla y la patata en la sartén con abundante aceite y por separado, y después se acaban de cocinar al horno con un poquito de vino blanco y quedan confitadas y súper tiernas. Los ingredientes veréis que son muy sencillos: patata, cebolla, un poco de vino blanco, ajo, perejil y sal, nada más. ¿Fácil, no?

Ingredientes:

  • 4 patatas (mantecosas mejor)
  • 1 cebolla
  • Ajo
  • Perejil
  • 1/2 vaso vino blanco
  • Sal y pimienta al gusto

Pasos:

Precalentar el horno a 180º

Pelar las patatas y cortarlas a rodajas finas (no tienen que quedar transparentes, deberían ser del grosor de una moneda de 1€). Cortar la cebolla a tiras finas también.

En abundante aceite, sofreír la cebolla a fuego muy lento con una pizca de sal para que se poche bien, pasados unos 8-10 minutos que empiece a volverse algo transparente (no del todo) retirar del fuego y reservar en un plato.

En la misma sartén, poner a pochar las patatas en abundante aceite con una pizca de sal y a fuego lento también durante unos 8-10 minutos, hasta que empiecen a ablandarse. Retirar del fuego y reservar en otro plato.

Mientras se están pochando las verduras, preparar la picada de ajo y perejil (al gusto, yo usé unos 2-3 ajos y bastante perejil).

En una fuente apta para horno, poner en la base las patatas y cubrirlas con la cebolla (repartido uniformemente). Poner por encima unas cucharadas de picada de ajo y perejil, verter el vasito de vino blanco y salpimentar al gusto.

Hornear durante unos 30 minutos, vigilando cuando se acerque el tiempo que las patatas estén bien tiernas – si véis que todavía les faltan algo más de tiempo, podéis bajar a 160º o añadir un poquito de caldo de verduras (o agua) si se están secando en exceso.

Salen 4 porciones

¡A disfrutar!

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