Suave, cremosa, esponjosa… esta tarta de queso japonesa de la pastelería Rikuro en Japón y de Uncle Tetsu en América tienen largas colas para hacerse con una tarta recién hecha ya que son toda una delicia
Queridos lectores y lectoras, sabéis que a mi maridito le encantan los cheesecakes así que siempre que tengo la oportunidad intento hornear alguno porque la verdad sea dicha a mí cada vez me gustan más, aunque en esta ocasión lo hice para mis suegros.

La tarta de queso que os traigo hoy es una absoluta delicia: con una textura suave, cremosa y esponjosa, es una mezcla entre tarta de queso y souflé. De hecho al partir un pedazo con el tenedor veréis que hace un ligero sonido de burbujitas de lo cremosa que queda.
Aunque la preparación os parezca larga (más comparado con otros cheesecakes en los que simplemente había que mezclar todos los ingredientes y listo), os aseguro que no lo es. Eso sí, veréis que es un cheesecake que se hace al baño María en el horno, en este caso la única precaución que debéis tener es aseguraros de que selláis bien el molde con papel de aluminio para que no entre nada de agua. A parte de eso, el resto es coser y cantar.
La receta es del libro Las mejores tartas de queso de mi queridísima Bea Roque (aquí el link), cuyo blog el Rincón de Bea como os he contado en otras ocasiones fue los primeros que empecé a leer y releer cuando empecé a hacer repostería hace ya lo que parecen mil años. Así que siempre que puedo entro a buscar inspiración a su Rincón de Bea.
Así pues, queridísimos míos, aquí tenéis la receta:
Ingredientes
- 6 huevos ecológicos
- 125 gr azúcar
- 250 gr queso crema ecológico
- 125 gr nata líquida ecológica
- 60 gr mantequilla ecológica en pomada
- 1 cda zumo de limón
- 30 gr harina
- 30 gr Maizena
Pasos
- Precalentar el horno a 180º, y poner agua a calentar
- Untar con margarina un molde de 18 cm, cubrirlo con papel de hornear presionando bien con los dedos para que se enganche bien, y volverlo a untar con margarina; y reservar. Cubrirlo bien con dos capas de papel aluminio para prevenir que el agua del baño María pueda penetrar dentro de la tarta.
- Separar las claras de las yemas. Con la ayuda de unas varillas eléctricas o la KitchenAid (velocidad máxima, accesorio para montar), montar las claras a punto de nieve, cuando empiecen a formar picos añadir 70 gr de azúcar, y seguir montándolas. Reservar.
- En otro bol, con la ayuda de unas varillas eléctricas o la KitchenAid (velocidad media), batir el queso crema + nata hasta que quede una mezcla bien lisa, sin grumos.
- Incorporar la mantequilla cortada a cubos, e ir añadiendo el resto de azúcar + zumo de limón, y batir durante alrededor de 1 minuto.
- Tamizar la harina + Maizena, e incorporarlos, batiendo de nuevo 1 minuto más.
- Por último, bajar la velocidad (baja) y añadir las yemas una a una.
- Añadir 1/3 de las claras montadas a la mezcla de crema de queso, y con una espátula y haciendo movimientos envolventes mezclarlas con sumo mimo hasta que estén totalmente integradas. Repetir este paso añadiendo 1/3 de claras más el otro 1/3, hasta finalizarlas.
- Colocar el molde sobre una bandeja de hornear, cubrirlo con el agua caliente hasta casi la mitad del molde, bajar la temperatura del horno a 160º y hornear unos 60-70 minutos o hasta que la superficie esté ligeramente dorada.
- A continuación dejarlo enfriar 20 minutos dentro del horno con la puerta entreabierta.
- Y, por último, desmoldarlo, dejarlo sobre una rejilla y consumir pasadas 2 horas.
- Resultado: 8 porciones
- Fuente: libro Las mejores tartas de queso de Bea Roque
- ¡A disfrutar!
Que delicia de tarta… Ligera como una nube..!! 😋😋🥧🥧
Síiii, quedan buenísimas así de esponjositas! Muchas gracias!!! ☁️☁️😋😋