Exquisitas tartaletas caseras de chocolate y frambuesas con un relleno de chocolate blanco y mascarpone, muy fáciles de preparar, son el postre ideal para cualquier ocasión (receta de Nigella Lawson)
No os podéis imaginar lo buenas que están estar tartaletas: la base de chocolate como si fuera una galleta, el relleno dulce de mascarpone y chocolate blanco junto con el ácido de la frambuesa lo convierte todo en un postre ideal. Además, como mis moldes de tartaletas son un poco más pequeños, me sobró masa de base y me sobró relleno, con lo que horneé la masa de base con forma de galleta, le puse crema en medio, y lo convertí así en un sandwich delicioso. ¿Qué os parece?

Tengo que reconocer que esta vez primero compré los ingredientes para preparar esta receta y luego leí la introducción que hacía Nigella y me quedé algo preocupada por el elevado nivel de dificultad que decía que tenía preparar la base de las tartaletas. Aquí os dejo su comentario, y juzgad vosotros mismos qué pensaríais al leer esto: «I won’t pretend that the chocolate pastry is that easy to work with. Yes, it does tear easily, but that doesn’t matter, because it patches up perfectly too. Maybe the first time you make these you should try to get just 4 little tarts out of the dough; later on when you’re more confident, you should be able to make 6 without trouble«.
Para los que no habléis inglés, lo que viene a decir es que dado que la masa de la tartaleta lleva chocolate ésta queda muy seca y es muy difícil de trabajar, con lo que da gracias si te salen 4 tartaletas en lugar de 6 (!!!). Pero no me espantó leer esto, al contrario, me animó más a ponerme manos a la obra y ver cómo iría resolviendo los problemas cuando vayan surgiendo. Y os aseguro que no tenéis que preocuparos ya que os compartiré el sencillo truco que Nigella no indica y que hace que la masa de la tartaleta quede genial: añadir 2-3 cucharadas de leche al final del amasado. Con eso os prometo que la base es muy fácil de trabajar y os saldrán no solo las 6 tartaletas, sino más masa que podéis convertir en galletas como os comentaba al inicio del post.

¡Y con esta receta estoy más cerca de completar mi reto Irene-Nigella! Espero que os guste 🙂
Ingredientes:
- PARA LAS TARTALETAS:
- 175 gr harina
- 30 gr cacao en polvo
- 50 gr azúcar
- 1/4 cdta sal
- 125 gr mantequilla ecológica (fría)
- 1 yema de huevo ecológico grande
- 1 cda agua fría
- 2-3 cdas leche ecológica (es mi gran aportación a la receta)
- PARA EL RELLENO
- 50 gr chocolate blanco ecológico
- 250 gr mascarpone ecológico
- 100 gr nata para montar ecológica
- 400-500 gr frambuesas (no pasa nada si ponéis menos)
6 moldes de tartaletas de 10-12 cm
Pasos:
Lo ideal sería preparar la base de las tartaletas con la KitchenAid (accesorio gancho, velocidad alta). Para ello, tamizar en un bol la harina + cacao + azúcar + sal, cortar la mantequilla a cubos pequeños, y mezclar los ingredientes hasta que quede una mezcla arenosa con grumos (llevará unos 5-6 minutos).
Mientras, batir la yema con la cucharada de agua, y cuando la mezcla de harina con mantequilla coja el punto de arenosidad que os indicaba, añadirlo a hilo. Por último, añadir las cucharadas de leche, una a una (puede que necesitéis añadir alguna más) para acabar de ayudar a amalgamar los ingredientes de la masa.
Cuando los ingredientes parezca que acaban de combinarse, con la ayuda de las manos acabar de dar un último amasado, dividirlo en dos discos y dejarlo reposar en la nevera al menos 30 minutos.

Pasado ese tiempo, sacarlas, espolvorear harina sobre una superficie limpia y extender la masa. Aplanarla con la ayuda de un rodillo (debería tener un grosor de algo menos de 4-5 mm) y cortar círculos de un tamaño similar al de las tartaletas. Yo lo que hice fue cortar los círculos con el propio molde de la tartaleta, luego amasarlo un poco más para que fuera algo más grande, colocarlo sobre el molde, presionar con las yemas de los dedos para que encaje bien y cortar lo que sobrara.

Hecho esto con todas las tartaletas que preparéis, dejarlas reposar en el congelador durante otros 30 minutos. Lo que queremos conseguir congelándolas es que luego al hornearlas no crezca la masa, por lo que veréis que tampoco se utilizan judías ni arroz ni ningún tipo de peso para hacer que no crezcan, ¡y os aseguro que no lo hacen!
Precalentar el horno a 180º
Al sacarlas del congelador, hornearlas directamente unos 10-15 minutos, hasta que la masa esté bien cocinada y seca. Al sacarlas del horno, dejarlas reposar un par de minutos sobre la bandeja caliente, y luego pasarlas a la rendija para que terminen de enfriarse.
Cuando las tartaletas estén totalmente frías nos ponemos con el relleno, que es muy fácil. Para ello, primero fundir el chocolate blanco y dejarlo enfriar un poco. En un bol, con la ayuda de las varillas eléctricas o la KitchenAid (velocidad media-alta), batir el mascarpone con la nata, y luego añadir lentamente el chocolate blanco.

Servir cucharadas de masa sobre las tartaletas, extenderlas con la ayuda de una espátula o con una cucharita o un cuchillo plano (lo que os sea más fácil). Cubrir con frambuesas al gusto.
Salen 6 (y unas 10 galletas sandwich)
¡A disfrutar!