Panes y masas

Torrijas de la mama

Receta para preparar las clásicas torrijas de toda la vida de mi madre, sin duda… ¡las mejores!

Queridos lectores y lectoras, en muchas ocasiones os he hablado de la deliciosa cocina de mi madre que es una maravilla, y he ido compartiendo con vosotros ya bastantes recetas suyas como su tiramisú, sus rosquillas o su clásico flan de huevo, ¡¡¡pero me faltaban sus súper torrijas!!! Recuerdo de pequeña que cuando preparaba torrijas era un festín, hacía un montón y me encantaba bañarlas bien en miel.

Torrijas de la mama
Torrijas de la mama

Así pues, hoy contamos de nuevo como invitada especial a mi madre, que os contará su secreto para preparar las mejores torrijas. A partir de aquí, todo mérito suyo:

La torrija

En nuestro país aparece ya documentada en el siglo XV, por el poeta, músico y autor teatral Juan del Encina. Se consideraba entonces un plato indicado para la recuperación de las parturientas. Al tener pan, leche, huevo y algo dulce, eran considerados alimentos energéticos aptos para las mujeres que acababan de dar a luz, por lo que se ofrecían tanto a la madre como a los invitados que acudían a visitar al recién nacido.

Torrijas de la mama

Por qué se preparan las torrijas en Semana Santa

Las torrijas son un alimento muy calórico y, por lo tanto, apropiado para los días de ayuno y abstinencia durante la Cuaresma. Durante estos días, al no poder comer carne, buscaban en otros alimentos la energía necesaria. Las torrijas, al llevar pan, huevo, leche y miel, era el alimento perfecto para esta época.

Ingredientes

  • Una barra de pan
  • 600 ml leche ecológica
  • 3 huevos ecológicos
  • 100 gr azúcar
  • 1 limón
  • Miel
  • Canela para espolvorear
  • 2 palitos de canela en rama
  • Aceite de oliva suave

Pasos

  1. Ponemos la leche a hervir en un cazo. Le añadimos 2 palitos de canela, el azúcar y la piel del limón, evitando poner la parte blanca para que no amargue. Lo llevamos a ebullición y bajamos a fuego suave para que aromatice durante 10 minutos. Apagamos el fuego y dejamos que se enfríe completamente. Después lo colamos y reservamos.
  2. El pan conviene que sea una barra ancha, para que queden unas torrijas de buen tamaño. El pan no es necesario que sea del día anterior. La clave para que no se deshaga será controlar cuanto tiempo está sumergido en la leche. Cuanto más reciente sea el pan, menos tiempo deberá estar sumergido en leche. Cortamos el pan en rebanadas de unos 2 cm de grosor.
  3. Ponemos la leche ya colada en una bandeja honda. Vamos poniendo las rebanadas de pan. Ponemos 4 cada vez, para que empapen bien en la leche y no se nos rompan. Las damos la vuelta con mucho cuidado.
  1. Batimos los huevos en un plato hondo. Cogemos las rebanadas de pan, una a una y las pasamos por el huevo batido, por los dos lados.
  2. Utilizaremos una sartén pequeña, ya que pondremos abundante aceite para freírlas bien. Lo ponemos a fuego fuerte, siempre vigilando que no se nos tuesten demasiado.
  3. Cuando el aceite esté bien caliente vamos poniendo las rebanadas de pan. No pondremos muchas cada vez para que no se rompan. Cuando estén doradas por un lado, damos la vuelta y esperamos que se doren por el otro lado. Se fríen muy rápido.
  1. Las retiramos a un plato donde habremos puesto papel absorbente. Y luego las emplatamos en nuestro plato favorito.

Podemos servirlas tal como están y lo acompañamos con un tarro de miel, para que cada uno se añada una cucharadita al gusto. Esta combinación es deliciosa. También podemos mezclar en un plato azúcar y canela en polvo y las rebozamos en esta mezcla. También están muy ricas.

  • Resultado: unas 10-12 torrijas
  • Fuente: recetario de mi madre
  • ¡A disfrutar!

2 comentarios sobre “Torrijas de la mama”

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