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Pasta a la Norma

Deliciosa receta de pasta italiana a base de tomates cherry y berenjena, con albahaca fresca y un toque de ricotta o parmesano

Queridos lectores y lectoras, hoy quiero compartiros una magnífica receta italiana llamada «Pasta a la Norma», a base de tomates cherry y berenjena, aderezada con albahaca fresca y un toque de ricotta salata o parmesano. Absolutamente irresistible… ¡y además vegetariana!

Pasta a la Norma
Pasta a la Norma

Primero, me gustaría contaros de dónde he sacado la receta, y es que no es de uno de mis súper libros de recetas que acumulo con gusto en mi estantería de la cocina, sino de un libro de lectura llamado Los sabores perdidos de Raquel Martos. Sí, habéis leído bien, de un libro de lectura que si sois amantes de la cocina ya estáis tardando en leer ya que lo disfrutaréis mucho.

Con la premisa «¿cuál es el sabor de los recuerdos?» la autora intenta conectar el paladar con el corazón, a través de las recetas los protagonistas van desgranando los momentos que marcaron su existencia, y así nos recuerda que como yo siempre digo mezclar ingredientes es algo más que cocinar, es convertir cuatro paredes en un hogar, es cuidar a tus seres queridos, alimentándolos con algo que los hará felices. Y para mí tengo que reconocer que es algo casi terapéutico ponerme a cocinar, me relaja y disfruto muchísimo haciéndolo.

Así pues, este libro no solamente es de lectura, sino que incluye recetas de la chef Gabriela Tassile. Me he apuntado más de una para compartiros en breve… pero hoy empiezo con esta receta de pasta italiana que no me pude resistir a preparar cuando la leí. En el libro la receta es más amplia e incluye cómo hacer pasta fresca casera, pero la verdad con el poco tiempo que tengo con mi pequeño bollito en casa caí en la tentación de comprar pasta fresca ya hecha, así que ese trozo lo omitiré e iré directa a la salsa.

Aprovecharé que en el libro hace una magnífica introducción a la historia de la pasta para haceros un resumen de su origen, que ya sabéis que es algo que me encanta siempre saber. Al parecer, la cultura de la pasta tiene casi ni más ni menos que 1.000 años de historia, y ya en la Antigua Roma se han encontrado referencias a este tipo de platos. De hecho, en el siglo III a.C. hay citas a las «laganas», tiras de pasta larga y chata hechas a base de harina de trigo.

Roma fue extendiendo el cultivo de cereales a través de todo el Mediterráneo a través de la popularización de este plato como comida del pueblo, y gracias a ello se desarrolló su transporte por vía marítima, el diseño de molinos, la industria de almacenaje e incluso utensilios para comerla.

Fue en 1740 cuando se abrió la primera fábrica de pasta en Venecia, y por entonces era un plato muy popular entre las clases altas. Hasta entonces es curioso que se comía con las manos, pero el hecho de que fuera un plato popular entre los aristócratas más la adición de las salsas propició la creación del famoso… ¡tenedor! Al principio las salsas eran a base de tomate y aceite, y luego se fueron incorporando productos italianos como el queso, la mozzarella, carnes y pescados,…

Y, hecha la introducción sobre el origen e historia de la pasta, daros unos consejitos sobre la receta de hoy.

En primer lugar, veréis que se utilizan tomates cherry en lugar de tomates normales ya que dan un sabor mucho más intenso y aromático. Una vez cocinados, no hay que triturarlos ya que ello hará que cojan un color anaranjado, mientras que nosotros queremos que quede rojo intenso.

Respecto la albahaca, mucho mejor utilizarla fresca y partirla directamente con las manos, no triturándola, para que conserve así su aroma y no se nos oxide.

Por último, respecto el queso, en la receta original se utiliza ricotta salata, que no es como la ricotta dulce que se suele encontrar en el supermercado ya que tiene una textura más dura y de hecho se puede rallar. Yo la verdad no encontré este ingrediente, así que lo cambié por parmesano que rallé yo misma.

Hechas las presentaciones, amigos y amigas, si todavía os habéis quedado con más ganas de recetas de pasta aquí tenéis muchas más, como ésta de tomates cherry y mozzarella. Y si lo que queréis son recetas con tomates cherry, no os podéis perder este risotto con tomates cherry o esta quiche saludable de tomates cherry, mientras que si buscáis recetas con berenjenas os recomiendo esta sartén de tomate y berenjena o estas berenjenas rellenas veganas.

Ingredientes

  • 3 berenjenas medianas
  • 2 paquetes de tomate cherry (500 gr / paquete)
  • 2 dientes de ajo
  • ricotta salata (yo no la encontré y la sustituí por parmesano)
  • Albahaca fresca
  • Sal, pimienta y aceite de oliva virgen extra

Pasos

  1. Cortar las berenjenas en rodajas no muy gruesas, aderezarlas con un poco de sal para que suden un poco y pierdan su amargor, y reservar.
  2. Picar los ajos y cortar por la mitad los tomates cherry. En una sartén con un chorro generoso de aceite de oliva, dorar ligeramente los ajos e incorporar los tomatitos. Salpimentar al gusto, y saltearlos unos 5-6 minutos hasta que pierdan su textura y queden blanditos pero conservando la piel, moviendo la sartén con golpes de muñeca más que con una cuchara ya que no queremos chafarlos. No hace falta triturar la salsa ya que si lo hacemos pierde su bonito color rojo y pasa a tener un tono anaranjado que no es lo que buscamos.
  3. Retirar el líquido que hayan soltado las berenjenas y el exceso de sal, secándolas con un papel de cocina. En otra sartén, con un chorrito de aceite de oliva, dar vuelta y vuelta a las rodajas de berenjena para cocerlas.
  4. Añadir las berenjenas a la salsa de tomates y mezclar bien, con cuidado para evitar que se nos chafen los tomatitos y se partan las berenejenas.
  5. Aderezar la salsa con albahaca fresca, partiéndola con la mano para que conserve su color y no se oxide.
  6. Verter la salsa sobre la pasta, y con un rallador rallar la ricotta salata o el parmesano.
  • Resultado: 4 porciones
  • Fuente: libro Los sabores perdidos de Raquel Martos
  • ¡A disfrutar!

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